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domingo, 31 de marzo de 2013

EL NUDISMO COMO LIBERACIÓN MENTAL Y CORPORAL




Imagínate sobre tu toalla, ninguna prenda apretando tu piel, en contacto total con todo lo que te rodea. Oyes a tu alrededor el murmullo del agua y pensar en su contacto con tu piel hace que un escalofrío de placer recorra tu cuerpo. Levantas la vista y observas con alegría como cualquier cuerpo, vivido en su plenitud, es bello.
Ahora vuelve a imaginarte la misma situación sólo que con un “pequeño” cambio: llevas bañador, lo que equivale a que a veces te aprieta, si está húmedo es muy incómodo y cuidando que no se vea nada “indebido” fuera de él. En resumen, un engorro.
Cuando hablamos de nudismo suelen surgir muchos miedos, desde que es antihigiénico andar desnudo hasta que lo que se busca es provocar. Pero parémonos a pensar un momento: hablando de higiene, ¿no será más antihigiénico (e incómodo) andar con una prenda mojada? Es más, por regla general, en zonas naturistas se suele usar toallas o telas para sentarse en sitios compartidos, tanto por salud propia como por ajena.
El nudismo provoca una liberación mental y corporal. Te ayuda a entrar en contacto contigo, a aceptarte tal y como eres. Es más, en zonas nudistas desaparecen las exigencias del canon de belleza, todos los cuerpos son bellos porque son libres.
Por otro lado, encontramos el argumento de que las personas que realizan nudismo lo hacen para exhibirse y provocar. Si alguien se quiere exhibir, lo puede hacer de muchas maneras; desnudarse es una de ellas, pero ni mucho menos la única. Y por supuesto que habrá mucha gente que lo haga por ese motivo; al igual que habrá muchísima gente que lo haga porque está más a gusto así, en contacto con su propio cuerpo sin telas de por medio.
Y así llegamos a la razón que más incondicionales suele tener: la gente que hace nudismo es porque quiere provocar. Eludir la responsabilidad es una costumbre que da lugar a muchos errores. Un cuerpo desnudo, por sí solo, no provoca. Tiene que haber, necesariamente, unos ojos que miren y que reaccionen a esa escena. Y cuando hablamos de provocar, algunas personas se creen con el derecho de opinar sobre ello. Si partimos de la base de la responsabilidad, de la que hablamos antes, esto último pierde sentido. Por ejemplo, imagínate que a mí me gustan los helados. Y con este calor, me gustan aún más. Y, andando por la calle, veo a alguien con un helado gigante de tres sabores. Si actúo como decíamos antes, tengo derecho a:
- Quitárselo o darle un lametón, porque es culpa SUYA que a mí me guste el helado.
- Pegarle cuatro gritos y decirle que se vaya inmediatamente de mi vista, que a mí me provoca su helado.
Curiosa escena, ¿verdad?
Y lo que más curioso me resulta es la idea de que practicar nudismo atenta directamente contra nuestra autoestima. Por un lado, algunos hombres temen entrar en comparación genital con otros y salir malparados; y las mujeres temen no tener el cuerpo correcto para mostrar. Pero el mayor problema que hay en estas ideas es que el foco de atención es totalmente externo. Si movemos dicho foco desde lo que pensarán los demás a cómo me siento yo, apostaría todo mi reino sin temor a perderlo a que todo el mundo sería nudista.
Pero si aún así quieres mantener el foco fuera, te darás cuenta que sus cristales están totalmente distorsionados por nuestra cultura: tanto hombres como mujeres, al entrar en terrenos libres de textiles, observan cómo aquello que pensaban que iba a desentonar es uno más de tantos; de hecho, lo que es menos habitual es la imagen corporal que vemos en los medios. Así pues, todas esas dudas se disipan y la autoestima es más probable que aumente. Ya lo dice Paul Fussell: “un corto tiempo en playas naturistas persuadirá a la mayoría de las mujeres de que su busto y su cadera no son ‘anormales’ como ellas piensan cuando están solas, espantadas por el espejo, sino totalmente naturales. Las anormales pasan a ser las criaturas inexistentes representadas en la pintura y la escultura. Lo mismo ocurre con el hombre: si piensa que la naturaleza ha sido injusta con usted en el reparto de anatomía sexual, pase algún tiempo entre naturistas. Aprenderá que todos los hombres se ven más o menos igual, y que los ‘atributos heroicos’ son deformidades”.
Y, por supuesto, uno de los mayores temores masculinos es que se produzca una erección. Es curioso como en una sociedad hipersexualizada se castiga cualquier manifestación corporal. La erección del pene es natural, así como la erección de los pezones. Si se produce, la opción es vivirla como lo que es, algo natural, no hay que hacer nada con ella, no hay que manejarla. Vívela sin más.
Lo que está claro es que el nudismo, ante todo, provoca una liberación mental y corporal. Te ayuda a entrar en contacto contigo, a aceptarte tal y como eres. Es más, en zonas nudistas desaparecen las exigencias del canon de belleza, todos los cuerpos son bellos porque son libres. Dan igual los tamaños, los pesos y las edades: todos los cuerpos encuentran la belleza que da la libertad. La ropa no hace más que deformar lo que es natural. La satisfacción de no tener que tapar lo que es tuyo es placer en estado puro.
Y ya lo decía RuPaul: Nacemos desnudos, el resto es travestismo.
El nudismo no sólo se puede practicar en playas, sino también en pueblos como El Fonoll, en campings, hoteles y albergues, en actividades al aire libre o en tu casa. 
Puedes informarte también en la web de la Federación Española de Naturismo. Libérate de las telas y, si aún sigues teniendo dudas, lee estas 205 razones para practicar el nudismo. Me despido con algunas de ellas:



  • La represión de la desnudez saludable, especialmente para las mujeres, ha sido uno de los medios principales de control de pensamiento y decisión de la patriarquía. Rompiendo este modelo, se quebrantan las ataduras invisibles del rol sexual heredado.
  • Las limitaciones en la desnudez femenina, la aceptación de la pornografía y los exigentes requerimientos de la moda pueden separadamente verse como cuestiones menores, pero tomadas en conjunto forman un patrón de represión machista.
Marilyn Frye explica: “Considere la jaula de un pájaro. Si usted mira muy de cerca, tanto como para ver un solo alambre, no podrá ver lo demás. Si su concepción de lo que está delante suyo es determinada por este enfoque miope, usted podrá ver hacia arriba y hacia abajo del alambre y determinar su longitud. No podrá entender porqué el pájaro no vuela en torno a esta cuando quiera para ir donde quiera. No existe ninguna propiedad física del alambre, nada que un escrutinio minucioso pueda revelar porqué el pájaro no va donde quiere, no hay nada que lo inhiba o lo perjudique, a no ser de una manera muy accidental. Solamente cuando usted retrocede y se detiene a mirar los alambres uno por uno microscópicamente y toma una imagen microscópica de la jaula en su totalidad, podrá entender porqué el pájaro no va donde quiera. Lo verá rápidamente, no requerirá grandes sutilezas, ni engorrosos razonamientos. Es perfectamente obvio que el pájaro está rodeado por una red de barreras sistemáticamente relacionadas, ninguna de las cuales podría obstaculizar su vuelo, pero las que, debido a sus relaciones, son tan limitantes como las sólidas paredes de un calabozo.”
  • El vestirnos compulsivamente crea inseguridades sobre nuestro cuerpo. Estudios realizados muestran que el naturismo, por otro lado, promueve una positiva autoestima en lo corporal.
Estos efectos son especialmente significativos en las mujeres. Estudios realizados por Daniel De-Goede en 1984 confirman investigaciones hechas 16 años antes, las que establecieron que “de todos los grupos evaluados (nudistas masculinos, no nudistas masculinos, nudistas femeninas, y no nudistas femeninas), las nudistas femeninas obtuvieron la puntuación más alto en autoestima corporal, y las no nudistas femeninas el más bajo.”
  • El nudismo promueve el concepto del cuerpo como un todo, en vez de separar partes del cuerpo como indeseables y vergonzosas.
  • El nudista, literalmente, no tiene nada que ocultar. Por lo tanto tiene menos estrés. La investigación científica corrobora esta afirmación.
En las palabras de Paul Ableman: “Sacarse la ropa simboliza desprenderse de la civilización y su custodia. El nudista se despoja no solo de sus vestiduras, sino también de la formalidad y la apariencia, del ‘ceremonial’ y todas las limitaciones de la ‘etiqueta’… Por lo tanto el nudista se aparta simbólicamente de una gran carga de responsabilidad. Al sacarse la ropa, se desprende de los opresivos hechos del día. A partir de aquí, no lucha en favor de ‘causas’, no se opone a estas o a las ‘tendencias’, resumiendo: un ciudadano. El es, una vez más… un ser libre.”
  • La vestimenta oculta la natural diversidad de tamaños y formas del cuerpo humano.
Una persona que nunca observó desnudos, crece con malentendidos y expectativas fantasiosas a cerca del cuerpo, basadas en prejuicios y fuentes mal informadas. Por ejemplo, los medios de difusión.
Como resultado de esto, el aumento mamario ha sido por mucho tiempo en EEUU la cirugía estética más practicada. En los ’80 las mujeres americanas tuvieron más de 100.000 operaciones por año para alterar sus pechos. Helen Gurley Brown, editor del Cosmopolitan, dice, “Yo creo que el 80% de las mujeres de este país no tienen ni idea de cómo se ven los pechos de las demás mujeres. Ellas tienen una imagen idealizada de cómo son los senos de el resto de las personas… Por Dios, ¿No es ridículo ser una mujer emancipada y no conocer realmente como luce el cuerpo de una mujer, excepto el propio?”
  • Negándose a aceptar la necesidad de “protegerse” a sí misma de los hombres cubriendo su cuerpo, la mujer gana poder y desplaza la carga de responsabilidad de la conducta hacia el hombre, donde debería realmente estar.
Reena Glazer hace notar que “El poder de los hombres se perpetua al considerar a las mujeres como objetos en los que actúa y a los que reacciona, el vez de actores en sí mismas… Todo su mérito se deriva de la reacción que pueda inducir en el hombre. Para mantener el sistema patriarcal, el hombre debe determinar como y cuando está permitido que se produzca su excitación. Así, el mito de los senos femeninos, del hombre heterosexual, ha sido codificado en la ley. Debido a que las mujeres son objetos sexuales y propiedad de los hombres, se concluye que lo que excite al hombre puede exhibirse solamente donde y cuando el hombre desee ser excitado.”
Este énfasis en calificar a las mujeres de tentadoras “desplaza el peso de la responsabilidad del hombre hacia la mujer: Debido a que la mujer provoca impulsos incontrolables en los hombres, la sociedad excusa el comportamiento del hombre y culpa a la víctima de lo que haya sucedido… La sanción del concepto de que el hombre tiene impulsos incontrolables implica que la violencia sobre la mujer es inevitable.”
Más ilustraciones de Sonia R. Arjonilla en su blog Anécdotas o Varios

Anarquismo y nudismo  

 La relación entre el anarquismo y las corrientes naturistas siempre ha estado presente a lo largo del tiempo. Esta relación fue bastante importante a finales de la década de los años veinte del siglo pasado. Este papel de unión sin duda correspondió al grupo «sol y vida» que tenía como finalidad el excursionismo. Las actividades de dicho grupo se realizaban a través del ateneo naturalista Ecléctico sito en Barcelona y su órgano de expresión era la revista Ética a la que sustituyen en 1929 por Iniciales, cuya existencia ha de prolongarse hasta la Guerra Civil. Cabe advertir que la propaganda del naturismo se adecuaba perfectamente a los deseos de ruptura que alentaban los jóvenes libertarios, respecto a las pautas de comportamiento burguesas. Así lo hace explicar un joven obrero en una carta a la revista Iniciales bajo el curioso pseudónimo de «silvestre del campo»: Encuentro un gran placer estando desnudo en pleno bosque, bañado en luz y aire, dos elementos naturales e indispensables. Sólo con verme despojado de mi modesta indumentaria de explotado, paréceme que ha desaparecido para mí todas las leyes fabricadas para amargarnos la existencia y no quedan otras que las que encarna la naturaleza.
    La ropa representa la esclavitud en unos y tiranía en otros; sólo el desnudo representa al hombre anárquico rebelde a todas las normas, desligado a los prejuicios de atavío de la sociedad del dinero. Esta relación se traduce en julio de 1928 en la constitución de la Federación Naturista, y en septiembre de 1929 en la celebración del IV Congreso Naturalista Español, apoyados ambos por el movimiento libertario. 
   No obstante, a medio plazo las corrientes naturistas y libertarias se irían diferenciando en sus conceptos de vida cotidiana, que cuadraban más al individualismo libertario (encarnado a la sazón por teóricos franceses como Henri Ner) que los propósitos de gestación revolucionaria que en aquellos tiempos había en organizaciones anarquistas como la F.A.I. (Federación Anarquista Ibérica) que a lo largo de la República se materializa en un cierto distanciamiento entre ambas orientaciones; lo que no excluye que el naturalismo, lo mismo que las corrientes de reforma sexual penetre a lo largo del tiempo en los medios libertarios con mayor intensidad que en otros movimientos obreros. Con la caída de la República y la llegada de la dictadura del General Franco, todo esto desaparece.



Textos extraídos de  Pikara magazine, Carlos Ortega

EMMA GOLDMAN. LA ANARQUISTA DE AMBOS MUNDOS

Ilustre pensadora judia y célebre anarquista, conocida por sus escritos y sus manifiestos libertarios y feministas. Fue una dura critica del camino tomado por la URSS y una de las pioneras en la lucha por la emancipación de la mujer. Se la culpó de ser la instigadora de numerosas luchas obreras promovidas a veces espontáneamente, y a veces, por los “wobbies”, de conspirar para derrocar el gobierno constitucional, de revelar información sobre el control de la natalidad, de antipatriota y de prostituta.


                                                                  


     Nació un 27 de junio de 1869 en Kaunas y en sus Memorias, recuerda a su padre, un trabajador que vivía en el ghetto judío, como “la pesadilla de mi infancia". Su madre, continuamente brutalizada por su marido -lo que era perfectamente legal en la legislación zarista-, tenía totalmente asumido el papel de mujer sumisa y atada a las tradiciones y costumbres, como lo demuestra el hecho de que cuando Emma empezó a menstruar a los once años, le dio una sonora bofetada y un rudo consejo: “Es lo que necesita una joven cuando se convierte en mujer, como protección contra la desgracia".

     El padre se quejaba constantemente de que Emma no hubiera sido el niño que él esperaba y preparaba para ella un destino idéntico al que conocía su madre. No tenía por qué saber nada: “Las jóvenes no tienen por qué saber demasiado, le gritó en una ocasión, sólo deben saber preparar un buen plato de pescado, cortar bien los tallarines, y dar al hombre muchos hijos”.
     Desde muy temprana edad se planteó dedicarse a la medicina, pero no tardó en comprobar que esto era prácticamente imposible. Su paso por la escuela primaria resultó brillante por su inteligencia natural, pero fue también tan conflictiva que vio denegado su permiso para acceder a la enseñanza secundaria. Tenía trece años cuando su familia se trasladó a San Petersburgo que era entonces el centro industrial e intelectual de todas las Rusias.
      Inmediatamente comenzó a ganarse la vida trabajando como obrera y al poco tiempo tuvo relaciones con miembros del movimiento nihilista que conocía por aquella época su apogeo, destacando en su interior la impresionante presencia de mujeres antizaristas como Vera Figner, Vera Sazsulith, Praskovia Ivanóvskaya, OIga Liubatóvicht y Elizabeth Noválskaya. 


                                                                                              

     En 1884, su padre arregló a muy «buen precio" su boda y creyó con ello poder domesticar al fin a su indómita hija, pero no fue así. Emma no consintió y amenazó con lanzarse al helado Volga sí la obligaban y en un momento determinado se puso de pie en el borde de uno de sus puentes.

     Su padre tuvo entonces que ceder, pero las tensiones con él fueron agravándose hasta que un año después Emma pudo huir a América, y se estableció en Rochester junto con su hermana mayor. Esta vivía en unas condiciones terribles y durante un tiempo Emma se vio sola y derrotada. Encontró trabajo en una fábrica y poco tiempo después cometió la flaqueza de casarse con Jacob Kershher, un compañero suyo de trabajo, amable y cariñoso, pero a la postre un marido “convencional” que acabó haciéndosele insoportable.

     Fue durante este tiempo de recién casada cuando Emma comenzó a frecuentar indistintamente los medios anarquistas y marxistas, pero tras un breve espacio de tiempo de indecisión tomó partido por los primeros fuertemente influenciada por el caso de los “mártires de Chicago". Desde entonces siguió el proceso en todos sus detalles, hizo campaña a favor de los inculpados y leyó todo lo que sobre la anarquía cayó entre sus manos. Cuando los acusados fueron condenados a muerte, Emma dice que se sintió como si naciera de nuevo: había que cambiarlo todo. Se juramentó dedicar desde aquel momento a la actividad revolucionaria y lo primero que hizo fue divorciarse de su primer marido.
     Se asoció a Alexander Berkman, otro anarquista, junto a quien trató de asesinar al empresario Henry Clay Frick en momentos en que sus trabajadores se encontraban en huelga. El atentado falló y Berkman fue sentenciado a prisión en 1893. Goldman no fue enjuiciada por el hecho, sin embargo fue encarcelada por agitadora en 1916, por distribuir material sobre la contracepción y nuevamente en 1917, junto con Berkman, por oposición a la conscripción militar. De 1906 a 1917 editó y publicó en EE.UU. Mother Earth (Madre Tierra), una revista anarquista mensual.
     En 1919 fue expulsada de EE.UU. y deportada a Rusia. En la audiencia en la que se trataba de su expulsión, J. Edgar Hoover, que era el presidente de la misma y futuro jefe del FBI, la calificó como una de las mujeres “más peligrosas de América”. Residió en Rusia con Berkman, hasta 1922 y participó en la sublevación anarquista de Kronstadt. Apoyó a los bolcheviques en contra de la división entre anarquistas y comunistas, hecho que se produjo durante la primera Internacional. La represión política, la burocracia y los trabajos forzados que siguieron a la Revolución rusa contribuyeron, en gran medida, a cambiar las ideas de Goldman sobre la manera de utilizar la violencia, excepción hecha de la autodefensa. Disconforme con lo que veía como autoritarismo soviético, se instaló definitivamente en Canadá. En 1936, colaboró con el gobierno español republicano en Londres y Madrid durante la Guerra Civil española.


                                                       


     En la cuestión del feminismo se puede decir que Goldman fue una mujer contra su tiempo: el carácter vanguardista de sus concepciones llegó a soliviantar al mismísimo Kropotkin, el «príncipe anarquista" que la consideró excesivamente avanzada. Fue llamada no sin motivo, la «Reina de los anarquistas" y simbolizó durante su época las posiciones de autonomía femenina, de amor libre y de una total falta de prejuicios. Emma llegó hasta asumir la defensa de los homosexuales, algo que casi ningún revolucionario notorio de su tiempo se atrevió a hacer.

      En su formación revolucionaria, fue antes feminista radical que anarquista. Como dice Alix Shulman: “Utilizó la doctrina anarquista para explicar la opresión que padecían las mujeres, pues sabía muy bien que la raíz de semejante opresión era más profunda que las instituciones. Cuando su anarquismo entraba en conflicto con su feminismo, reaccionaba siempre como feminista. A semejanza de muchas mujeres de la izquierda actual, se rebeló cuando los hombres radicales le menospreciaban por el sólo hecho de ser mujer...”

     El ideario personal de Emma era bastante distinto del de las corrientes feministas predominantes, entre las cuales el anarquismo no se contaba. No podía estar de acuerdo de ninguna manera con las sufragistas, ni en los medios ni en los fines; Emma no consideraba el sufragio una conquista importante y menos para formar parte de una democracia burguesa. Estaba un poco más de acuerdo con las socialistas que ponían un notable énfasis en la emancipación económica de la mujer, pero consideraba los partidos como una cadena y desconfiaba de cualquier programa político. Emma tiene claro que la emancipación de la mujer será obra de la mujer misma:
      El desarrollo de la mujer, su libertad, su independencia, deben de surgir de ella misma, y es ella quien deberá llevarlos a cabo. Primero, afirmándose como personalidad y no como mercancía sexual. Segundo, rechazando el derecho de cualquiera que pretenda ejercer sobre su cuerpo; negándose a engendrar hijos, a menos que sea ella quien los desee; negándose a ser la sierva de Dios, del Estado, de la sociedad, de la familia, etc., haciendo que su vida sea más simple, pero también más profunda y más rica. Es decir, tratando de aprender el sentido y la sustancia de la vida en todos sus complejos aspectos, liberándose del temor a la opinión y a la condena pública. Sólo eso, y no el voto, hará a la mujer libre.

                                 

      Fueron muy pocas las mujeres de su época las que llegaron a repudiar el puritanismo como ella. Emma estaba convencida de que el sexo era «tan vital como la comida y el aire”, y subrayó la contradicción que existía en el hecho de que las mujeres fueran obligadas por una parte a ser asexuadas y por otra, a vender su cuerpo a través del matrimonio o la prostitución pública. Llegó a estas conclusiones no a través de una sistematización teórica -aunque fue muy influida por Havelock Ellis y por Margaret Sanger-, sino a través de una ardua experiencia conseguida cuando trabajó en diferentes ocasiones como obrera y, sobre todo, cuando ejerció durante algún tiempo como asistente sanitaria. En su inquieta vida, también trató en múltiples ocasiones con "mujeres de vida fácil” en las que encontró no pocas amigas que la apoyaron y la escondieron en momentos verdaderamente difíciles cuando huía de la policía o de los pistoleros de la patronal preocupados por sus denuncias de las injusticias laborales o de otros problemas. Emma llegó a ver en estas mujeres una paradójica síntesis del problema femenino:

      No existe un sólo lugar donde la mujer sea tratada sobre la base de su capacidad de trabajo, sino a su sexo. Por tanto, es casi inevitable que deba pagar con favores sexuales su derecho a existir, a conservar una posición en cualquier aspecto. En consecuencia, es sólo una cuestión de grado el que se venda a un sólo hombre, dentro o fuera del matrimonio o a muchos. Aunque nuestros reformadores no quieran admitirlo, la inferioridad económica y social de las mujeres es la responsable de la prostitución.

      Con opiniones como ésta, no era de extrañar que Emma pareciera una auténtica bestia negra a unas autoridades puritanas e hipócritas. Un periodista diría que “fue enviada a prisión por sostener que las mujeres no siempre deben mantener la boca cerrada y su útero abierto”. El caso es que en cada conferencia o mitin que daba sobre la cuestión de la mujer, las autoridades dudaban si encerrarla ya antes y si no lo hacían es porque temían que podía ser peor por la campaña que se desataría en su defensa. 

     Mientras que llamó a las mujeres a no tener como objetivo el matrimonio y a conseguir mejoras en las fábricas, o su propia determinación, la cosa no pasó de unos días entre rejas, pero cuando el 23 de marzo de 1915, delante de una amplia audiencia en el “Sunrise Club” de Nueva York, explicó, quizá por primera vez en la historia, cómo tenían que ser utilizados los anticonceptivos, la paciencia alcanzó un techo. Fue arrestada ipso facto y llevada a juicio. Gracias a su brillante autodefensa el juez le dio a elegir entre pasar quince días en un taller penitenciario o pagar una multa de quince dólares. Como la ayuda en estos casos siempre era generosa, Emma optó por lo segundo.
                                                                                          
      Para Emma era mucho más importante el factor ideológico y creía que el centro del problema radicaba en el machismo, en el hecho de que los hombres eran “tiranos inconscientes" y la sumisión actuaba sobre las mujeres como un «tirano interno".

     Goldman murió en Toronto en 1940 y está enterrada en Chicago. A su muerte, un periodista llamado William Marion Reedy escribió que aquella pequeña pero formidable judía había estado «ocho mil años adelantada a la de su época". Sin duda, hay que considerar ésta como una opinión bastante exaltada, pero no sería injusto decir que estuvo (en muchos aspectos) muy por delante de su tiempo.

     Discípula de Bakunin y de Nietzsche, no destacó siempre a igual altura, pero durante unos años llegó a convertirse en una auténtica pesadilla para el orden establecido norteamericano y en el terreno de la liberación de la mujer su voz resulta plenamente actual.

      Esta “anarquista de ambos mundos", como la ha llamado José Peirats, nunca fue una militante organizada, sin embargo, sí fue una activista en el sentido más pleno de la palabra y en sus escritos se hizo eco de algunas de las concepciones más osadas y avanzadas de su época y les dio una proyección militante. A pesar de su individualismo tuvo la capacidad de identificarse con todas las causas -incluso las que causaban pavor entre sus compañeros-, y no tuvo miedo en nadar contra la corriente. Sólo que las olas que encontró desde que salió de Norteamérica eran más altas y más complejas que las que había combatido hasta entonces.



                          

Fuentes: Pepe Gutierrez Alvarez para Kaos en la red; Autores Marxistas | Biblioteca Genera; Indice del MIA

sábado, 30 de marzo de 2013

MATILDE UCELAY MAÓRTUA


Pionera dentro de la arquitectura española, perteneciente a una generación de mujeres a la que correspondió romper tabúes y ocupar espacios históricamente reservados a los varones. Compartió aulas y clases con otra mujer, Rita Fernández Queimadelos.


Madrid 1912, 2008

     Nació una familia liberal interesada por la literatura, las bellas artes y el teatro, su padre, amante de la ópera, era abogado; su madre le permitió crecer con un referente nada convencional en aquellos tiempos, ya que Pura Maortúa era directora del grupo independiente de teatro -Anfistora- y es por ello que Matilde conoció a Federico García Lorca en la terraza de su casa en la calle Libertad 20 donde se realizaban lecturas y ensayos.
Creció rodeada de intelectuales y artistas y estudió (con muy buenas notas) en el Instituto Escuela, heredero de la Institución Libre de Enseñanza.

     En 1931 ingresa en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Madrid junto con Lali Úrcula y Cristina Gonzalo. Cuando Matilde Ucelay estudiaba Arquitectura en los años 30 ser mujer, además de provocar alguna dificultad -"se tuvo que adaptar un aseo para chicas porque no había"- suscitaba respeto y se cuenta que cuando entraba en clase todos se ponían en pie. 

     Matilde realiza dos cursos en uno por lo que acaba un año antes la carrera. De esta forma en junio de 1936 obtiene la licenciatura de arquitectura que le es otorgada el 15 de julio de ese mismo año, unos días antes de estallar la guerra civil. 

    Como es la primera mujer que consigue el título de arquitecto en España, sus compañeros le brindan un homenaje en el Colegio de Arquitectos, al que asiste el Ministro de la Gobernación, así como otras destacadas figuras de la República.

     Una vez finalizada la guerra, fue depurada profesionalmente por un consejo de guerra siendo sentenciada a inhabilitación a perpetuidad para cargos públicos, directivos y de confianza, a la imposibilidad de ejercer su profesión de manera privada durante cinco años y a una indemnización de 30.000 pesetas. Y es que, si bien no participó activamente en política, era conocida su afiliación republicana y que había viajado a la Unión Soviética. 



     A pesar de todas las prohibiciones y dificultades mantuvo una actividad profesional continuada durante más de cuarenta años, construyendo edificios para clientes privados, algunos extranjeros, más abiertos a trabajar con una mujer. Sus proyectos los firmaron, al principio de su trayectoria, otros compañeros, ya que contaba con la complicidad de un gran círculo de amigos.

     Su arquitectura se caracteriza por una profusión y riqueza en los detalles, y por un diseño intimista, ligado al usuario y al entorno. Entre sus obras destaca un gran número de viviendas unifamiliares, colaborando en algunas ocasiones, con el diseñador de jardines y paisajista, Couchepin.

    Durante su vida realizó alrededor de 120 proyectos entre 1945 y 1981. Los anteriores a 1945 aunque hechos por ella eran firmados por otros arquitectos debido a su inhabilitación. 


Mesa y silla de trabajo
     Los encargos principalmente provenían de extranjeros afincados en España o gente burguesa debido a los recelos de los hombres al realizar el proyecto una mujer. 
Entre dichos proyectos, destacan “La Casa Oswald”, en Puerta de Hierro en Madrid; “La Casa Benítez de Lugo”, en las Palmas de Gran Canaria; así como las librerías “Turner” e “Hispano-Argentina” en Madrid. 

     También diseñó fábricas, laboratorios y otros edificios singulares siguiendo la técnica de Félix Candela, del que importó su patente desde México con la ayuda de su hijo arquitecto.



Edificio Castaño, con entrada desde la calle Alcalá 96. En la planta séptima y última hay un solo ático.; se trata de la vivienda-estudio que durante años ocupó Matilde Ucelay.

     En la década de 1950 intenta ser directiva de la Asociación de mujeres universitarias de la que tenía el carnet número siete y en 1998, recibe de la asociación La Mujer Construye el reconocimiento público de ser la primera mujer licenciada en arquitectura en España. 


Interior de vivienda diseñada por Matilde
A sus 94 años, fue galardonada con el Premio Nacional de Arquitectura. 


Fuentes: wikipedia;http://artedemadrid.wordpress.com; www.elpais.com

TAPPUTI, Primera química en la Hª

   La información que data de mayor antigüedad sobre el trabajo científico de la mujer es de cerca de 2354 años antes de Cristo, sobre la hija del rey Sargón en mesopotámica Enheduanna, quien junto a varios sacerdotes creo observatorios astronómicos dentro de algunos templos y ayudo a la elaboración de uno de los primeros calendarios religiosos. Más tarde hacia el año de 1200 antes de cristo aparece una mujer que se intereso por desarrollar técnicas para la elaboración de perfumes, Tapputi- Belatekallim.   




    En excavaciones arqueológicas se han encontrado tabletas cueniformes del II milenio A.C en Mesopotamia (actual Irak),  las cuales se podrían considerarse el primer registro que se encuentra sobre lo que podríamos comparar a la actual farmacia. En estos registros históricos se encontró el nombre de una mujer que desarrollaba las mismas prácticas de los herreros y alquimistas varones de la época. Se cuenta como Tapputi creaba perfumes mediante mezclas químicas. 

     Tapputi-Belatekallim es considerada la primera química de la historia en Babilonia en el 1200 a.C. y se cree que es la precursora del perfume actual, además se sabe que fue consejera de palacio. Nada más se sabe sobre Tapputi.
    Ella utilizaba las flores, plantas, el petróleo, el Cyperus calamus, la mirra y el bálsamo. Añadía a continuación, agua destilada y filtraba varias veces.

Dirigió le laboratorio de cosméticos del Palacio de Babilonia




     Puede decirse que las mujeres tenían un enorme interes por la botánica y sus aplicaciones.
 Se cree y no debe ser falso, que la habilidad para recoger plantas, raíces y frutos estaba directamente vinculada a la vida de las mujeres desde la época de la sociedad de cazadores. Ellos salían a cazar, pero ellas quedaban en las cuevas con la prole, buscaban comida, cuidaban el fuego y naturalmente eran quienes más tiempo tenían para indagar en el misterio de la botánica y quien sabe si influyeron en los primeros pasos de la agricultura.
Puede decirse que las mujeres tenían un enorme interes por la botánica y sus aplicaciones.

     Tapputi no fue la única. También la historia recoge, en la antigua Alejandría, el nombre de María la Judía, a quien se atribuye el famoso "baño de María" y el llamado "negro María" —una mezcla de sulfuro de plomo y cobre— pues esta dama logró adquirir conocimientos de metalurgia, fabricó fermentos y llegó incluso a hacer instrumental científico.


viernes, 29 de marzo de 2013

LILITH...La primera compañera de Adán


Lilith, la primera mujer. Pensaba que podía decidir sobre su propio cuerpo, sobre su placer, sobre su sexualidad, y que tenía los mismos derechos que Adán, los mismos derechos que los hombres.


     Según la literatura hebrea, Lilith fue la primera compañera de Adán. En sumerio, la palabra "Lil" significa "Aire." El término más viejo relativo a Lilith sería la palabra sumeria "Lili" (plural "Lilitu"), que parece inferir la misma definición que nuestra palabra "espíritu". En muchas culturas antiguas, la misma palabra para "aire" o "aliento" era usada para "espirítu."

     Lilith estaba hecha con arcilla, igual que él. Era hermosa y libre. Adán y Lilith nunca encontraron la paz juntos, pues cuando él quería acostarse con ella, Lilith se negaba, considerando que la postura recostada que él exigía era ofensiva para ella. ¿Por qué he de recostarme debajo de tí? - preguntaba - Yo también fui hecha de polvo y, por consiguiente, soy tu igual".

     Lilith no obedeció la orden de sumisión que le impusieron; pensaba que era igual a su compañero, que tenía los mismos derechos que él porque habían sido creados con el mismo barro, no se sentía inferior, ni débil, ni dependiente. Era una mujer íntegra y como tal quería gozar, al igual que Adán, de la vida y de todo lo que ésta implicaba, incluidos la sexualidad y el erotismo.

  De las informaciones sobre este personaje mitológico que es Lilith podemos extraer que nos encontramos a medio camino entre el personaje bíblico y el personaje mitológico mitad monstruo, mitad espíritu. Habitada por las pasiones, la rebeldía, la tentación, la trasgresión y el deseo.
 Y también con una Lilith que se atreve a desafiar la voz dominante, discutir su propio rol y desobedecer las ordenes del Creador. Una mujer que ha abierto las puertas de lo prohibido. Actitud que la ha configurado al margen del matrimonio, contraria a los nacimientos e hijos, instigadora del deseo vedado y fomentadora de la desobediencia frente a las normas sociales.


     Cansada de que Dios no atendiera sus reivindicaciones, decidió abandonar el Paraíso, antes que someterse y renunciar a sí misma y así, abandonó volando el Paraiso con unas alas que el mismo Dios la dió (de ahí su semejanza con los súcubos). Luego tomó residencia en una cueva en las costas de Mar Rojo, donde hasta éstos dias se encuentra segun la leyenda. 



     Desde un punto de vista feminista, la no asunción del posicionamiento supeditado en el modelo de sexualidad que pretende implantar Adán, adquiere el significado de la insubordinación frente a los nuevos modelos de patriarcalidad. Lilith por ello, al desligarse de ese tipo conducta, se transforma en un ser demoníaco y perverso.

     Este tipo de metamorfosis no es una manifestación inusual o excepcional, sino que se produce con numerosas divinidades que ostentaban, ejercían o representaban antiguos derechos de las mujeres, que pasan a ser representadas por el patriarcado como animales monstruosos, dragones o serpientes a aniquilar por el hombre. Cuando por el contrario las personas de sexo femenino se adaptan y aceptan el nuevo orden de sometimiento al que las subordina el patriarcado, son categorizadas por éste como la mujer buena, la maternal y femenina. En esa ordenación patriarcal de la mujer buena sometida y la mala rebelde se produce una evolución de la mujer portavoz de si mismas, pasando del monstruo mitológico a la suegra y la mala madre.

     Ante la negativa de Lilith de regresar con Adán, Dios decidió dar una nueva compañera a su creación pues proclamo que "No es bueno que el hombre esté solo", creó a Eva a partir de una de sus costillas, y por lo tanto sumisa al hombre.

    Un ejemplo de la bipolarización mitológica entre la figura de Lilith insurgente y la Eva obediente, es el caso de las Erinias, deidades vigilantes del clan materno, que serán llamadas Euménides (bienhechoras) cuando acceden a las normas  patriarcales, y como Furias cuando reclaman el derecho maternal.

    En torno a la destacada visión que se ofrece de Lilith como destructora de niños, por un lado representa el simbolismo de la negativa a procrear para ceder esta prole a los padres, es decir representaría la negativa a convertirse en madre en cautividad. Y por otro lado evidencia, en un plano psíquico, una proyección masculina que trasluce el miedo a no ser querido por la madre.



     A partir de esta narración, a Lilith se le ha considerado la reina de los súcubos (demonios femeninos), por alinearse en el bando enemigo de Dios al marcharse del Paraíso. Y de ahí se ha pasado a suponerla una perversa ninfómana, que seduce a los hombres con maestría para estrangularlos después. Algunas tradiciones cuentan, que entre el cabello de Lilith se encuentran, enredados, los corazones de los jóvenes que sucumbieron a su hechizo

     Otras referencias mitológicas afines a Lilith se pueden encontrar en la Brunilda de los Nibelungos, o en la diablesa babilonia Lilu. La misma Reina de Saba de Salomón es un trasunto de Lilith. Etimológicamente viene del hebreo layil, (noche), y aparece representada como un demonio nocturno peludo o como una mujer de cabellos muy largos.

     Las variaciones del mito llevan a Lilith a convertirse en seductora de los propios hijos de Adán y Eva (abordando a Caín con palabras de consuelo y reposo tras la muerte de Abel), o a asimilarla con la propia serpiente del Paraíso dando cuerpo de serpiente mientras Satán daba cara humana y la voz que sedujo a Eva (como en los frescos de Miguel Ángel de la Capilla Sixtina).

     Un relato de Primo Levi nos recuerda que Lilith es la amante del mismo Dios creador, y que vive en el Mar Rojo comandando una corte de demonios. Y otra tradición afirma que Samael, luego Satán, el ángel caído, se convierte en pareja de Lilith, e incluso que juntos seducen a Eva para que engendre a Caín.


                                                          

La figura y leyenda de Lilit y sobre todo su rebelión hacia Adán ha llevado a algunas feministas (feminismo radical, feminismo anarquista, etc.) a convertirla en símbolo de la liberación sexual y de la lucha contra el patriarcado.

Por su naturaleza nocturna, algunos han querido ver en ella a la primera vampiresa, por lo que constituye un icono de la subcultura gótica, que exalta su belleza inquietante y siniestra.

Fuentes: wikipedia; www.ciudaddemujeres.com, Hipatia un espacio para la igualdad

DOLORES ITURBE ARIZCUREN


Dolores Iturbe Arizcuren.  Anarcosindicalista y anarcofeminista. Activa militante, contribuyó en la organización del Casal de la Dona Treballadora, donde tuvieron lugar los lliberatoris de prostitució. Durante la guerra civil perteneció al Comité de Milicia Antifascista y fue corresponsal de guerra, en el frente de Aragón, de Tierra y Libertad.




     Lola Iturbe nace en Barcelona el 1 de agosto de 1902, hija de madre soltera, que le supuso que su abuelo renegó de su madre, Micaela Iturbe, teniendo que abandonar su pueblo natal, Monreal (Navarra) instalandose en Barcelona, donde da a luz a Lola. Las vicisitudes económicas hacen que confíe su hija recién nacida a un matrimonio valenciano, con dos niños y una niña, que pronto se trasladará a Cerdà (pueblo de la provincia de Valencia), por lo que Lola pasará su primera infancia sin conocer a su madre. 

Después de 7 años Micaela fue a recoger a Lola a Cerdà, descubriendo así que tenía otra madre y que la llevaría con ella a Barcelona. En la ciudad condal se instalaron en la casa de un burgués en la que Micaela trabajaba como cocinera, y allí, con sólo siete años pudo seguir algunos de los acontecimientos de la Semana Trágica desde el balcón de su casa, en el barrio de la Ribera.

     Tras la quiebra del negocio de los Posentí, Lola y su madre han de comenzar de nuevo y abren una pequeña pensión en la calle Rossic. Lola ayudaba a su madre en las tareas que la pensión requería, además de iniciarse en el oficio de costurera con nueve años abandonando necesariamente la escuela a la que había podido acudir unos pocos años. A esa pensión acudía gente obrera, hombres de ideas, compañeros expuestos a todas las vicisitudes propias de la agitación social tan característica de la época; esa pensión fue para Lola una especie de escuela libertaria. Allí fue donde Lola se fue abriendo a las ideas, tomando contacto con la realidad social de su tiempo.



    A los catorce años, en 1916, encuentra un trabajo como pantalonera en una fábrica donde conoce a Conchita, quien en un futuro sería la compañera de García Vivancos, y juntas se afilian al Sindicato del Vestido integrándose plenamente el movimiento libertario. Su casa en la calle Rossic no era sólo hospedaje, sino que en momentos de persecución servirá de refugio a compañeros de Badalona. 
A principios de la década de los veinte, participó en el grupo de afinidad anarquista «Germen», en el que ella es la única mujer y donde milita también activamente Juanel (Juan Manuel Molina), allí conocerá a Faustino Vidal con quien se unirá sentimentalmente y tendrá una hija, Aurora, en 1923. Sin embargo, aquellos fueron años duros para Lola, tanto a nivel personal como político, su compañero padecía una tuberculosis que le provocó la muerte en 1924. En la madrugada del 10 de noviembre de 1924 asistió a la celda de Juan Montejo y José Llacer, horas antes de ser ejecutados, condenados a raíz de los sucesos de Vera del Bidasoa y sus implicaciones en Barcelona.

Lola y Juanel

      Pocos meses después forma pareja definitiva con Juanel, y tras su unión, se trasladan a vivir a Granollers, cerca de Barcelona.

En la Dictadura de Primo de Rivera, muchos militantes anarquistas se ven obligados a marchar al exilio para escapar de la represión y en 1926 Juanel perseguido, junto a Lola, Aurora y el pequeño Helenio, nacido de su unión, cruzan a pie los Pirineos por Puigcerdà, posteriormente, la madre de Lola también lo haría en tren. Tras varios meses en diversos lugares, en noviembre se establecen en París hasta que Juanel es expulsado de Francia y conducido a la frontera con Bélgica. Finalmente con la caída de la Dictadura regresan a Barcelona a comienzos de 1930. 
En 1932 Juanel es detenido y encarcelado durante prácticamente todo ese año por lo que Lola ha de hacerse cargo en solitario del mantenimiento de los dos hijos pequeños y su madre.



     En 1933 Lola Iturbe irrumpe como articulista en el semanario Tierra y Libertad con el pseudónimo Kyralina (heroína de una obra de Panaït Istrati) con el que firmaría sus artículos, en otros también utilizaría el nombre de "Libertad". También inicia en esta época su labor como oradora participando el 16 de noviembre de 1933, en un mitin organizado por Tierra y Libertad en nombre de la FAI junto a Francisco Ascaso, Buenaventura Durruti, Alejandro G. Gilabert, Vicente Pérez y Domingo Germinal, en un Palacio de Artes Decorativas de Barcelona al que acude una multitud, en el que comienza diciendo:

 He aquí un acto magnífico y emocionante, en cuyo esplendor y entusiasmo no podía faltar la voz de las mujeres obreras y anarquistas

.

     En esta época apoyó los alzamientos revolucionarios de 1933 y de 1934. Además, la pareja acogió a una niña de los huelguistas de Zaragoza, dentro de la campaña de solidaridad que se inició de resultas de la Huelga General en Zaragoza.

 Una afección bronquial hacia finales de 1935 le llevó a trasladarse a Jumilla, pueblo natal de Juanel, donde convalece y se recupera de su enfermedad, lo que explicaría su distanciamiento inicial del proyecto editorial de Mujeres Libres. 


     Reportera en el frente
19 de julio de 1936,  Lola es la redactora de las primeras octavillas que lanzan las avionetas sobre Barcelona, participa en la elaboración de Solidaridad Obrera en su primer número de 20 de julio de 1936, además de cuidar heridos en el sindicato del transporte terrestre y marítimo de la CNT improvisado como hospital de campaña.  En los años bélicos ejerce como redactora en los frentes de lucha para Tierra y Libertad, Tiempos nuevos y Mujeres Libres actuando, además, como militante de la organización anarcofeminista de igual nombre.

     Formó parte en la Oficina Jurídica de CNT, desde donde intervino en la localización y puesta en libertad de varios presos de CNT y POUM retenidos en checas stalinistas.

  En el verano de 1938, Emma Goldman visitó el frente y distintas colectividades y Lola Iturbe la acompañaba en sus desplazamientos. Emma se referiría a ella como una “talentosa y ardiente feminista”.

      El final de la guerra la sorprendió en Bellver de Cerdanya, convaleciente de una operación. La familia al completo excepto Juanel que se encontraba cerca de la Seu d'Urgell, cruzó la frontera por la Tour de Carol, llegando  a un refugio de Varilhes donde les facilitan ropa y comida, de ahí pasan a Nimes, una vez Juanel logró salir del campo de Vernet. Posteriormente marchan a Aimargues y después a Montpellier.

Lola con Emma Goldman

     Su trabajo en la clandestinidad a favor de las ideas libertarias se ve afectado por las escisiones que marcan el movimiento libertario del exilio ya que se posicionan a favor de la creación de un frente único con otras fuerzas políticas antifranquistas. Lola Iturbe colaborará con publicaciones como España libre y afines y el 19 de noviembre de 1944 interviene en un mitin CNT-UGT celebrado en Montpellier.

 Tras la liberación, la familia marcha a Toulouse. En 1946, Juanel pasa la frontera para reorganizar a la CNT en el interior, aunque a las pocas semanas es detenido y condenado a 7 años de prisión. En esos años de angustiosa espera, Lola trabaja intensamente en su antigua profesión, hasta que finalmente es puesto en libertad y pueden reunirse en Toulouse donde residirán hasta su retorno a Barcelona.



Grupo de militantes de la CNT exilados en Francia - Lola Iturbe, Ramón Álvarez, Helenio Molina y Juanel ,entre otros - Paris, [1947]

      El 8 de noviembre de 1975, durante la inauguración de la exposición «Sous le signe de l'Année Internationale de la Femme. Grande Exposition du Livre (français-espagnol)», celebrada en la Maison de l'Europe de Lyon, Lola Iturbe leyó la conferencia “La mujer en la lucha social,”  que sería una sistematización de su pensamiento anarcofeminista.

 Con la muerte de Franco, la pareja retorna a España, estableciéndose en 1979 en el barrio de La Verneda de Barcelona.

      Tras la muerte de Juanel en 1984 se traslada a vivir con su hija Aurora a Gijón donde morirá el 5 de enero de 1990 aunque, por expreso deseo suyo, sus restos fueron trasladados a Cataluña, donde el 7 de enero fueron enterrados en el cementerio de Cerdanyola del Vallès, junto a su compañero Juanel. 
 
Pese a ser prácticamente autodidacta, Lola Iturbe fue una articulista prolífica colaborando en mayor o menor medida en publicaciones como España Libre, Espoir, Faro de Játiva, La hora de la mañana, Mujeres Libres de Londres-Montady, Polémica, además de las ya citadas Tierra y Libertad, Tiempos Nuevos y Mujeres Libres.

      La temática de sus artículos es diversa, pero todos tienen en común la emoción y convicción particular que Lola imprimía a sus escritos, analítica y observadora pero sobretodo comprometida. A través de artículos como la serie Mujeres heroicas (I, II y III aparecidos en Tierra y Libertad y Mujeres Libres, 1937) Nuestras luchadoras (Mujeres Libres, 1937), La mujer en el movimiento libertario español (España Libre, 1959), Las mujeres en aquel lejano julio (Asturias, 1956), Mujeres de la CNT en España (España Libre, 1966), y otros muchos, Lola realiza un trabajo de reconocimiento y visibilización imponente de la lucha de las mujeres libertarias.





      La culminación de esta tarea de visibilización de la mujer libertaria viene con su único y valiosísimo libro publicado "La mujer en la lucha social. La guerra civil en España" (México, 1974, reeditado en Barcelona, 2004 y en Tenerife, 2006), en el que Lola rememora la vida y lucha de las primeras internacionalistas, así como la de sus contemporaneas, presentándose como un merecido homenaje a esa multitud de mujeres que se enfrentaron a algo más que al propio fascismo, rompiendo con el rol establecido.



     Lola Iturbe también es protagonista, junto a otras compañeras, del muy recomendable documental “De toda la vida”, realizado en 1986 por Lisa Berger y Carol Mazer, que también resulta un valioso trabajo de visibilización y reconocimiento del papel de las mujeres en el movimiento libertario.

 Con motivo del centenario de su nacimiento, Antonia Fontanillas y Sonya Torres editaron el libro Lola Iturbe. Vida e ideal de una luchadora anarquista, en el que se recoge parte de las memorias que la propia Lola Iturbe escribió además de una selección de artículos de la misma, resultando también un valioso y merecido homenaje para recordar a la que siempre recordó. 







jueves, 28 de marzo de 2013

HILDEGART RODRÍGUEZ CARBALLEIRA

Una brillante mujer y una de las pioneras españolas en el campo de la sexología. Su vida fue corta pero prolífica. Fue cofundadora, con el Dr. Gregorio Marañón y otros, de la 'Liga para la Reforma Sexual Española', movimiento que consideraba la vida sexual como positiva, defendía la emancipación de la mujer, su acceso a la educación y la igualdad de derechos en general, entre hombres y mujeres.



Hildegart nació en Madrid un 9 de diciembre de 1914, fue una niña prodigio, concebida por su madre la socialista Aurora Rodríguez Carballeira y un padre biológico escogido por ella sólo con el fin de poder tener una hija que fuera modelo de mujer del futuro. Concebida en Ferrol, una vez que quedó embarazada, Aurora se mudó a Madrid. Entre el conjunto peculiar de ideas de su madre se encontraba la convicción de que los niños no debían ser inscritos en el registro, aunque sí lo hizo en fecha tan avanzada como el 29 de abril, previo bautizo el 23 de marzo, pese a ser su madre atea militante.

En su partida de nacimiento consta como Hildegart Leocadia Georgina Hermenegilda Maria del Pilar Rodríguez Carballeira, si bien solamente usó el primer nombre. Su madre siempre dijo que Hildegart significaba "Jardín de Sabiduría" en alemán, pero nada justifica esa afirmación (si bien podría significar virgen heroica, que ayuda en la batalla). Hasta los cuatro años fue visitada por su padre, hasta que Aurora comenzó a sospechar de su influencia y se lo prohibió.

Leía a los veintidós meses, escribió su primera carta a los tres años, con cuatro años era la mecanógrafa más joven titulada por la casa Underwood y antes de cumplir los diez años leía y escribía en cuatro idiomas. Concebida como experiencia científica, se dedica al estudio constante con dos temas prioritarios: la filosofía racionalista y todo lo relacionado con el sexo. Su madre piensa que es la única forma de que no caiga en la trampa que esteriliza el talento de muchas mujeres.

A los 13 años acaba el Bachillerato, y a los catorce se lanza a la lucha que su madre le había previsto. En Enero de 1929 ingresa en la Unión General de Trabajadores (UGT). También ingresa en las Juventudes Socialistas madrileñas. Pocos meses después, publica sus primeros artículos en "El Socialista" y se hace popular. En mayo de 1932 termina Derecho, pero debe esperar a ser mayor de edad para poder ejercer, sólo tiene dieciséis años, así que comienza los estudios de medicina.

 


Junto a sus artículos en "El socialista", empieza a colaborar con otros dos diarios madrileños; "La Libertad" y "La Tierra". Además, participa en numerosos actos políticos y culturales, con frecuentes conferencias en las que defiende, no sólo la igualdad jurídica de la mujer con el hombre, sino la completa liberación del sexo femenino. Algunas de estas conferencias después aparecerían (ampliadas y corregidas) convertidas en libros (por ejemplo, "La rebeldía sexual de la juventud").
En el tema político, desilusionada por la actuación del partido socialista en la Segunda República de España, parece que Hildegart, al igual que otros compañeros va a abandonarlo, pero antes de eso es censurada por su indisciplina, al oponerse en un artículo publicado en "La Libertad", a la candidatura propuesta por el partido.

Aprovecha para escribir un libro titulado "¿Se equivocó Marx?" en el que opina que, en cuanto al socialismo en sí, anarquistas y feministas tienen razón al afirmar que los diputados obreros acaban siendo corrompidos por las mismas instituciones burguesas a las que pretenden destruir. Al epílogo de esta obra le añade una nota breve a través de la cual se da de baja, tras cuatro años militando en la Federación Nacional de Juventudes, en la Agrupación Socialista madrileña y en el Sindicato de Actividades Diversas de la UGT.Tras esto, pide su ingreso en el Partido Republicano Federal. Los tres últimos años de vida de Hildegart son muy prolíficos. Escribe casi a diario artículos para "El Socialista", primero, y para "La libertad" y "La Tierra" después, colabora con revistas extranjeras, pronuncia numerosas conferencias y publica diversos libros.
Si resulta interesante su labor en el terreno político, más importante e interesante resultan aún sus trabajos encaminados a la liberación de la mujer. Si en los primeros años aboga por la concesión del voto a la mujer, defiende posteriormente la igualdad jurídica entre los dos sexos (como sostiene en su obra "Venus ante el Derecho") y más aún, la liberación femenina de toda clase de tabúes y prohibiciones sexuales. Considera que este aspecto del problema supera en importancia a todas las revoluciones que ha conocida la humanidad y que contribuirá en mayor medida que ninguna otra a liquidar injusticias.
Hildegart, que estudia y conoce las más modernas teorías sobre el comportamiento sexual de la pareja humana, cree que "el problema del sexo se eleva ante las generaciones futuras como el principal problema al que debe buscarse una solución urgente". Se lanza resueltamente a la cruzada en defensa de la mujer. Da conferencias sobre la injusta postergación femenina y la urgencia de un cambio jurídico y ético. Interviene personalmente en las semanas de eugenesia y es cofundadora de la Liga Española para la Reforma Sexual, sección de la Liga Mundial para la Reforma Sexual que tenía sede en Berlín. Ella organiza sus estatutos y elabora los primeros números de la revista “Sexus”, su órgano de debate y difusión de las ideas.
Abordó temas que la sociedad española seguía considerando intocables y la participación en la Liga le permite mantener relación por carta con Havelock Ellis, uno de los precursores de la sexología europea, a través del cual publica algunos ensayos y trabajos en revistas científicas extranjeras y empieza a ser conocida en Alemania, Inglaterra y Francia. Entre sus admiradores también podemos encontrar a H.G. Wells, al que Hildegart sirve de interprete y acompañante en una de sus visitas a Madrid, y que trata de convencerla de que ella tendría más futuro en Inglaterra.

Retrato de Hildegart Rodríguez, y Aurora, en un retrato de 1933


Paradójicamente, los conocimientos de Hildegart sobre la sexualidad eran teóricos. Su madre despreciaba 'el placer animal de la carne' y nunca le permitió intimidad alguna, ni amigos, ni oportunidad de pasar tiempo con un hombre a solas. Havelock Ellis, la llamó "la virgen roja", haciendo referencia a sus tendencias izquierdistas y a su nula experiencia sexual.

La madrugada del 9 de junio de 1933, en el ático de la calle Galileo donde viven, Aurora entra en la habitación de su hija que está dormida. Aurora lleva un arma y dispara cuatro tiros. Ha hecho lo que quería: “Suprimir una obra sublime con un acto sublime, ya que cualquier madre es capaz de parir, pero no de matar a sus hijos. La facultad de dar la vida lleva implícita la de quitarla, pero requiere gran valor”, deja escrito a los pies del cadáver. Cuando le preguntaban a Aurora por qué lo había hecho, respondía: “Porque era tan hermosa”. No estaba arrepentida. Lo volvería a hacer. En el juicio, declaró que la muerte se había producido de común acuerdo.

Al parecer, según recogió la prensa de la época, Hildegart había afirmado varias veces a su madre su intención de abandonarla, especialmente desde que había ingresado en el Partido Federal. También se hablaba de las relaciones amorosas que tenía con cierta persona que se decía que era teniente de alcalde en Barcelona. También sospechaba la madre que su hija sostuviese relaciones con otro joven socialista y que además tuviera gran amistad con un escultor, que en esos momentos le hacía un busto a la muchacha y a quien esta dedicó en cierta ocasión un elogioso artículo. Lo que parece más probable y coincide con el relato de su madre, es que el deterioro de la relación entre ambas era profundo, principalmente por el progreso de la paranoia de su madre. Hildegart intentó varias veces separarse de ella, a lo que su madre respondía con amenazas de suicidio. Cuando vio que su familia se separaba de su proyecto decidió destruirla.


La condenaron a 26 años, ocho meses y un día de prisión. A los dos años desapareció. Todo el mundo pensó que se había fugado o había sido excarcelada en medio del alboroto político y social de 1936. Pero no fue así. Aurora Rodríguez Carballeira nunca estuvo en la cárcel. Su prisión fue el hospital psiquiátrico de Ciempozuelos donde murió, completamente sola.

Años después del crimen, la criada confesó que Aurora había tenido a Hildegart secuestrada durante sus últimos días. Le cortó el teléfono, le prohibió recibir correspondencia, le negó cualquier contacto con el exterior. Antes de disparar, le había quitado ya la vida.

Hidergart:wikipedia;www.escritorasypensadoras.com