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lunes, 29 de julio de 2013

¿MANTENERLO INTERESADO??...NUNCA SERÁ TU TRABAJO.¡¡NI PROTEGIDAS NI PROTECTORAS!!

“Nunca será tu trabajo mantenerlo interesado”: Carta de padre a hija 




       En las revistas femeninas se suelen entregar consejos para que las mujeres mantengan el interés de sus parejas hacia ellas y eviten ser abandonadas o engañadas. 



Esta situación inspiró a un padre a escribir una conmovedora carta a su hija, la que ha alcanzado un importante nivel de viralización en redes sociales por estos días.

        El autor de la misiva es Kelly M. Flanagan, un psicólogo clínico estadounidense que dedicó estas líneas en abril pasado a su pequeña, a quien llama “Cutie Pie”, pero también a su esposa.

       Además, señala que extiende sus palabras a “cada mujer adulta que he conocido dentro y fuera de mi oficina de terapia. Mujeres que nunca han conocido la voz de un papá”, además de “la generación de niños que se convertirán en hombres y que necesitan que les recuerde lo que es realmente importante”.


Estás intimidado por mujeres inteligentes.
ENTONCES AHORA MISMO PODRÍA SER UN BUEN MOMENTO PARA QUE TE LARGUES

A continuación, te dejamos con el emotivo escrito titulado “Una carta de un papá a su pequeña hija (sobre su futuro esposo, compañero, pareja....)”.


“Querida Cutie-Pie

Recientemente, tu madre y yo estábamos buscando algo en Google. A la mitad de escribir la pregunta, Google nos mostró una lista con las búsquedas más populares en el mundo. La búsqueda más popular en la lista era ‘Cómo mantenerlo interesado’.




Me sorprendió. Revisé varios artículos de la incontable cantidad que aparecieron acerca de cómo ser sexy y sexual, cuándo llevarle una cerveza en vez de un sándwich y las formas de hacerlo sentir más inteligente y superior.

Me enfurecí.

Pequeña, esto no es, nunca ha sido y nunca será tu trabajo -’mantenerlo interesado’.

Pequeña, tu única tarea es saber muy dentro de tu alma –en ese lugar inquebrantable que no se transforma por el rechazo, la pérdida o el ego- que tú eres digna de interés. (Si puedes recordar que todos también son dignos de interés, estarás por ganar la batalla de tu vida. Pero esa es otra carta para otro día.)

Si puedes estar segura de que vales en este sentido, serás atractiva en la manera más importante del mundo: atraerás a un chico que sea digno de tu interés y que también querrá pasar su vida invirtiendo su interés en ti.

Pequeña, quiero decirte algo acerca del hombre que no necesita que lo mantengan interesado, porque él sabe que tú eres interesante:


No me importa que ponga los codos en la mesa –siempre y cuando él ponga sus ojos en la manera en que tu nariz se frunce cuando sonríes. Y que luego no puede dejar de ver.

No me importa si no puede jugar golf conmigo –siempre y cuando él pueda jugar con los hijos que decidas o no tener, y disfrute todas las formas gloriosas y frustrantes en las que se parecen tanto a ti.

No me importa que no persiga el dinero –siempre y cuando él persiga su corazón y siempre lo lleve de vuelta a ti.

No me importa si es fuerte –siempre y cuando él te dé espacio para ejercitar la fuerza que hay en tu corazón.

No me podría importar menos si vota –siempre y cuando se levante cada mañana y te elija un lugar de honor en tu casa y un lugar para venerarte en su corazón.

No me importa el color de su piel –siempre y cuando él pinte el lienzo de sus vidas con pinceladas de paciencia, sacrificio, vulnerabilidad y ternura.

No me importa si fue educado en esta religión o en otra o en ninguna –siempre y cuando haya sido educado para valorar lo sagrado y para saber que cada momento de la vida y cada momento que pase contigo es algo profundamente sagrado.


Al final pequeña, si te topas con un hombre como ese y parece que él y yo no tenemos nada en común, en realidad tendremos en común lo más importante:
Tú.

Porque al final, pequeña, la única cosa que debes hacer para ‘mantenerlo interesado’ es ser tú misma.


Tu hombre eternamente interesado

Papá“


Pero ahora, dejando de lado lo "sensiblero", no por ello menos cierto, del tema...intentemos ir un poco más allá


¿Protegidas o protectoras?


Cuidado y protección son dos palabras polisémicas dentro de si mismas. Dos palabras con significados diferentes según el ambiente en el que se encuentran.

En el mundo público, las mujeres somos demandantes de ese cuidado y esa protección, y son los hombres los encargados de salvar esa carencia. Entiéndase mujer y hombre como roles de género estándar y normativos. Las mujeres estamos desvalidas, somos vulnerables y esperamos a que EL hombre no salve, que nos arrope con su chaqueta, que nos sujete la puerta o que nos de la mano para cruzar la calle, que nos abrace en el cine, que nos defienda de alguna grosería, que nos corrijan cuando nos equivocamos… Como he leído esta semana “las mujeres siempre han sido cuestión de hombres”.

Que el mundo público nos coloque en esa posición tan infantilizada y absurda, nos hace partir con desventaja y la lucha por salir de ella no es fácil, pues todos esos comportamientos que se salgan de la feminidad normativa son tachados de machorros. Nos obligan a ser inválidas y salvables de cara a fuera, para reforzar el ego de salvador machirulo y complacer su narcisismo. (¿que esto también es violencia para ellos? vale, ya lo discutiremos.)

No estoy de acuerdo con que esa posición de requerir salvación sea cómoda. No es cómodo ser la idiota de la conversación, ni ser dependiente de otra persona, ni que tengan que decidir por mi; pero la violencia a la que se somete a la que se sale del redil es la que hace que se sigan manteniendo. Un hombre que no cumple con esos patrones es tachado de maricón. Maricón, que es una palabra que se utiliza para llamar a un hombre “mujer”, en este contexto una palabra más cargada de misoginia que de homofobia. Una mujer independiente... es bollera, marimacha o invisible.


Este papel de chica tonta termina en el ámbito privado, en el que somos nosotras las cuidadoras y las protectoras, las irrompibles, las indesgastables. Y no hay más fuente de información que la de vuestra propia experiencia. Sacar toda la fuerza del mundo para limpiarse un baño de arriba a abajo está muy bien, siempre y cuando no saquemos esa fuerza en el margen de lo público.


Pienso en relaciones pasadas, en las que me comía ese papel con patatas, dentro de amistades desiguales o en relaciones de amor romántico. Llegué a enfermar para mantener mi relación, para justificar ese papel de mujer salvable que necesita hombre salvador, porque en los momentos en los que no me colocaba en esa posición, la relación dejaba de tener sentido y se volvía hostil. Eso sí, de puertas para dentro era yo la roca todas las veces que se desmoronaba. Claro que es una relación de violencia, pero una violencia enmascarada con lo que debo de ser yo y lo que debe de ser el mundo.



Textos extraídos de : Feministasacidas.com Biobiochile

1 comentario :

  1. Como le dije a otra persona hace algunos días, no tengo problemas en que un hombre sujete la puerta, pague la cuenta, me preste su abrigo, me ayude a cargar cosas pesadas,etc cuando de verdad lo necesito; siempre y cuando él tampoco tenga problemas en que yo sujete la puerta, le ceda el asiento, le preste mi abrigo, pague la cuenta,etc. cuando lo necesita él.

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